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Trastornos de ansiedad: ¿por qué persisten?

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Lectura de: 7 minutos

Las personas con trastornos de ansiedad con frecuencia tienen preocupaciones y miedos intensos, excesivos y persistentes sobre situaciones diarias. Con frecuencia, en los trastornos de ansiedad se dan episodios repetidos de sentimientos repentinos de ansiedad intensa y miedo o terror que alcanzan un máximo en una cuestión de minutos.

(Mayo clinic)

María estaba en casa, acatando las normas de cuarentena debido al brote de coronavirus a inicios del año pasado. Aparentemente estaba a salvo, pero temía experimentar un nivel intenso de ansiedad. Comenzó a tener pensamientos como: ¿qué pasa si me enfermo?, ¿qué pasa si nunca jamás puedo volver a salir de casa? ¿qué haré para no volverme loca? Estoy sola. 

Cuando las personas tienen un trastorno de ansiedad, tienen más miedo a la alarma que al fuego, y todos los esfuerzos se enfocan en apagar la alarma. Claro que, en el caso de la pandemia por COVID-19, el incendio es real. De manera que la ansiedad está justificada, aunque no necesariamente útil en términos de las estrategias para afrontar el riesgo. 

Antes de desglosar los factores que intervienen en el mantenimientos de los trastornos de ansiedad, es importante diferenciar entre la ansiedad funcional y la ansiedad disfuncional. 

Cierto grado de ansiedad es necesaria para vivir 

La realidad es que la ansiedad es una emoción que todos experimentamos y que, evolutivamente, nos ha servido para protegernos, actuar o huir de situaciones amenazantes. 

De manera que, cuando le decimos al paciente que no vamos a eliminar esta emoción, ni ninguna otra, se sorprenden un poco. Y quizá se deba a que hemos aprendido una connotación negativa de la ansiedad. Por eso es importante distinguir entre ansiedad funcional y disfuncional. 

La ansiedad funcional la experimentamos ante amenazas reales. Nos funciona para reunir recursos, resolver problemas y sopesar los costos y beneficios de las opciones que tenemos. 

Mientras que la ansiedad disfuncional, nos limita o impide resolver situaciones de la vida diaria y, a grandes rasgos, se caracteriza por: 

  • Inquietud o impaciencia
  • Fatigabilidad
  • Dificultad para concentrarse
  • Irritabilidad
  • Tensión muscular
  • Alteraciones del sueño y de la alimentación

A continuación te describimos los factores que intervienen en los trastornos de ansiedad y por qué persisten. 

¿Por qué persisten los trastornos de ansiedad?

Las personas con trastornos de ansiedad mantienen, inconscientemente, su condición mediante sus estrategias de comportamiento y sus creencias.

1. El sello distintivo de la ansiedad es la evitación 

En ocasiones, la evitación es evidente, por ejemplo, cuando no sales de casa; dejas de ver a tus amigos o procuras no hablar en público, por temor a sentirte ansioso. Pero en otras ocasiones, la evitación se hace de manera sutil. Por ejemplo, al evitar el contacto visual con los otros; tratar de evitar los pensamientos de preocupación o mantenerte ocupado para evitar los pensamientos. 

2. Preocupación excesiva

En ocasiones, la creencia detrás es: Si me preocupo, evitaré los peligros. Sin embargo, la preocupación lleva a sobrestimar continuamente el peligro y mantiene pensamientos como: 

  • El mundo es peligroso
  • Debo estar preparado 
  • Necesito anticiparme  a cualquier problema que pueda surgir 

Pero cuando la catástrofe predicha no ocurre, en lugar de reconocer que no era probable que ocurriera, se dicen a sí mismos: fue bueno que me preocupara o de lo contrario podría haber ocurrido. 

3. Búsqueda de certeza 

En consulta, es común escuchar demandas como estas: 

Tengo que estar seguro de que no pasará nada malo.

La realidad es que muchos resultados en la vida son impredecibles o, al menos, no se pueden predecir con absoluta certeza. Una estrategia disfuncional, que a menudo se utiliza, es la búsqueda constante de la tranquilidad. 

Por ejemplo, un paciente temía tener problemas en el trabajo y ser despedido. La exigencia de certeza también se asociaba con sus intentos por no cometer errores, enviar mensajes constantes a su jefe pidiendo retroalimentación de su trabajo y siempre quedar bien con sus compañeros de trabajo. Sin embargo, estas acciones resultaban desgastantes y aún así persistían la ansiedad. 

Imagina que el cerebro recibe una alerta de peligro constante, aunque el peligro no sea real. Y no es sorpresa que la demanda del paciente sea: ¿cómo me quito esto? ¿cómo lo detengo? ¡No lo soporto más!

4. El perfeccionismo 

La actitud perfeccionista también puede ser un factor en el mantenimiento de los trastornos de ansiedad. Por ejemplo, en consulta hemos escuchado creencias, como: Debo ser perfecto y no cometer errores, porque si no lo soy, soy vulnerable a que sucedan cosas malas. 

El problema del perfeccionismo es que es imposible ser perfecto. Y el riesgo es que, cuando las expectativas perfectas no se cumplen, se toman como evidencias que confirman el pensamiento disfuncional, lo cual mantiene la ansiedad elevada. 

5. Baja tolerancia a la frustración

Quienes experimentan trastornos de ansiedad, tienen dificultades para tolerar, y mucho menos aceptar la experiencia de la ansiedad porque están ansiosos por estar ansiosos. Por lo tanto, se piensa que la ansiedad es mala, que no deberían experimentarla y que deben controlarla, de lo contrario, empeorará cada vez más hasta que simplemente no puedan soportarlo y pierdan el control. 

6. Prestar demasiada atención a los pensamientos ansiosos

Cuando la ansiedad es intensa y frecuente, las personas tienden a enfocar su atención en sus pensamientos; los tratan como hechos, lo cual genera que la ansiedad aumente, y a menudo ponen en marcha acciones poco útiles, como las que mencionamos anteriormente. 

¿Vivir con trastornos de ansiedad? 

Al inicio del blog te comentaba que la intención del tratamiento no es quitar esa emoción. Y quizá te preguntes, ¿entonces qué podemos hacer? Porque, claramente, no es agradable vivir con la preocupación persistente y el desgaste físico y emocional que conlleva. 

Afortunadamente la literatura respalda la eficacia de la Terapia Cognitivo – Conductual para tratar eficazmente los trastornos de ansiedad. El tratamiento tiene como objetivos generales aprender a identificar y aceptar la experiencia de la ansiedad y el aprendizaje, no de cómo tratar de deshacerse de ella, sino cómo trasladar la ansiedad a un segundo plano, para que te permita enfocarte en cualquier actividad valiosa que estés  realizando en ese momento. 

Las personas sin trastornos de ansiedad a menudo hacen una verificación automática de la realidad y / o se involucran en la resolución de problemas cuando notan pensamientos ansiosos. O los descartan como “solo pensamientos” y vuelven a centrar su atención en la tarea que tienen entre manos. 

En terapia aprenderás: 

  • Estrategias para gestionar las emociones
  • A tomar conciencia de aquellos pensamientos y factores que mantienen la ansiedad 
  • Alternativas para responder de manera efectiva ante las situaciones que te generan ansiedad. 

Si te identificas con alguno de los factores descritos, te invito a conocer a nuestro equipo de profesionales de la salud para obtener un tratamiento que pueda ayudarte a mejorar tu calidad de vida. 

Referencias:

  • Beck, J. y Hindman, R. (febrero, 2016). Why Anxiety Persist. Anxiety and Panic Disorders. Cognitive Behavior Therapy

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