Disfrutar de todos los placeres es insensato, evitarlos, es insensible. Las emociones básicas tienen funciones adaptativas en nuestra vida, por lo que es habitual sentir algún bajón de vez en cuando. Pero la depresión y la tristeza no son lo mismo, la trampa de la depresión va más allá de un bajón de ánimo.
La tristeza nos ayuda a dar pausa a la vida para descansar, es normal y así como llega se va, también puede disminuir las funciones del pensamiento, pero no las afecta profundamente. Cuando llega esta emoción es bueno darle la bienvenida y escuchar el mensaje, no hay nada que temer. Si no nos enganchamos a la tristeza, ella se va solita.
Nuestras emociones escalan en intensidad dependiendo de nuestras creencias, pensamientos y aprendizajes, provocando en nuestro cuerpo reacciones físicas, y viceversa, los cambios físicos nos generan pensamientos sobre que tan bien o mal nos sentimos.
La tristeza, al ser una emoción básica, es adaptativa y por lo tanto es aconsejable escuchar el mensaje que nos trae y aprender de él, mientras que en la depresión no hay ningún provecho ni nada que aprender. En otras palabras, la tristeza hay que dejarla en paz para que haga su trabajo, a la depresión hay que sacarla a la fuerza.
Entonces, ¿Cuál sería la diferencia entre tristeza y depresión?
Cuando hablamos de depresión hay una baja valoración de sí mismo, generando auto-acusaciones, una tendencia a criticarse a sí mismo y a reprocharse.
En la tristeza, la persona sigue queriéndose a sí mismo y ve la situación aun con desánimo sin condenarse por las cosas que pasan.
La persona depresiva busca aislamiento, estar sola; mientras que la persona triste permanece en contacto social a veces buscando ayuda para ser escuchado. También se presenta una actitud pesimista en el presente y hacia el futuro, en la tristeza no sucede esto.
En la depresión se presenta la indecisión y hay una dificultad marcada en la toma de decisiones, presentándose dudas constantes; mientras que en la tristeza no se ve afectada esta función.
En la depresión se afectan otras áreas (sexual, social, laboral); en la tristeza, aunque el rendimiento disminuye, la persona puede desempeñarse con cierta normalidad.
La tristeza no suele pasar de unos días, pues algunas veces dura sólo unos 8 minutos, mientras que la depresión dura meses e incluso años, mientras que la rumiación es la manera en como se puede prolongar que la tristeza dure más tiempo y se haga crónica.
Las personas deprimidas no pueden curarse solas. Tal como sucede en otras enfermedades como cáncer, diabetes, hipertensión, etc.; hay que recurrir a un especialista, no hay nada de qué avergonzarse.
Si tu sufrimiento es permanente, si te sientes triste la mayor parte del tiempo y ves afectada tu vida diaria, puede que tengas depresión. Te invito a contactar con nuestros especialistas en Te queremos escuchar para juntos aumentar tu bienestar emocional.
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