“El amor es complicado” Esta frase que leí refleja la realidad de la vida en pareja de algunas personas. Cuando uno está en una relación de pareja y parece no haber problemas, se anhela la supuesta “indiferencia”, el bloqueo en las redes sociales, “stalkearse” desde otras cuentas, considerándolo como muestra del gran amor.
“Ódiame por piedad yo te lo pido… odio quiero más que indiferencia, porque el rencor hiere menos que el olvido”.
No es raro que sobreestimemos al amor. Estamos constantemente invadidos de creencias, canciones, películas, que nos mandan mensajes como: “ el amor cuando es verdadero, dura para siempre ”, “ el amor lo puede todo ” o “ el amor lo perdona todo ”. Lo creemos y lo promovemos, hasta nos indignamos cuando nos aman menos, porque si amo desmedidamente quiero que él otro también lo haga, no quiero que disfrute sin mi.
Si el amor es tan bueno, ¿Cómo es que causa tantos estragos?
Una gran cantidad de las personas que acuden a consulta lo hacen por un problema de amor. Incluso viviendo lo nocivo de la relación, las personas son incapaces de ponerle fin por la misma la creencia de que el amor es complicado, y en otras ocasiones, uno de los dos no se resigna a la ruptura, quiere resucitar el amor, exige explicaciones y se cuestiona ¿En qué fallé? ¿Qué hice mal? o ¿Por qué se fue?
Entonces, si el amor no es complicado, ¿tiene límites?
La respuesta es sí. El límite lo pone la persona cuando se ven vulnerados sus derechos, su dignidad, cuando no te aman y cuando obstaculizan tu realización. El problema radica en que algunos tienen mucho aguante al maltrato y se toman muy en serio el “hasta que la muerte nos separe”. Por ello, es aconsejable conocerte a ti mismo, lo que deseas de tu vida, cuáles son tus objetivos y, por supuesto, conocer cuáles son tus derechos como persona, es decir, cuándo puedes reclamar, cuándo sí vale la pena indignarse y cuándo mereces una explicación. Un terapeuta puede enseñarte cuales son tus derechos como persona y como hacerlos valer sin dañar al otro.
¿Has considerado que algunas de tus quejas o reclamos no son razonables, o te has indignado porque ya no te aman?
El hecho de que la persona que tú amas haga lo mismo, no es parte de tus derechos, no es su obligación amarte. Si alguien te dice que no te ama, ¿por qué querrías seguir con esa persona? Algunos ingenuamente contestan: es que yo lo amo. Pensando que si uno ama, eso es suficiente para que el otro le siga amando. Lo saludable es que si alguien no te ama y ya no quiere estar contigo, te vayas, lleva tu dolor a otro lado.
Algunos consideran que si invirtieron mucho en la relación, tienen derecho a ver ganancias. Lo cual ni es sensato, ni es conveniente.
Piénsalo: si inviertes tu dinero en un negocio y con el paso de los años sólo ves pérdidas, ¿Qué harías? Ah, retiro mi dinero de ese negocio y busco otro que reporte ganancias. Sin embargo, en una relación, creemos que como ya he invertido mucho entonces ahora le invierto más. ¡No! La lógica nos aconseja que si ahí no obtengo ganancias, me debo retirar antes de perder más tiempo. Poner límites no significa que tengas que amar poco, lo que defiendo es que a partir de cierto punto, el amor por sí mismo no valida el vínculo afectivo.
Si tus principios se ven pisoteados, si tu autoestima está comprometida con el amor, éste no será suficiente, el amor NO lo puede todo.
Para no morir de amor, habrá que colocar los huevos en varias canastas: busca placeres individuales, sal a pasear, ve al cine, frecuenta viejas amistades, haz otras nuevas, relaciónate con tu familia. No te quedes en sequía afectiva. Imagina que llevas cuatro días caminando por un desierto, el agua que llevabas se terminó y de pronto te encuentras con un charco sucio, ¿tomarías el agua? Claro que sí, en ese momento es vital ya que sin ella puedes morir. Ahora imagina que estás en la comodidad de tu casa y se te antoja beber algo, tienes opciones, aquí no hay necesidad y puedes tomar la bebida que prefieras.
Así sucede en las relaciones sexo-afectivas, mientras más necesites, menores estándares de calidad tendrás. O puedes estar con una persona no por necesidad, sino por preferencia, porque eliges día a día, ¿suena bonito, cierto?
Una vez que te encuentras en las trampas del amor enfermizo, puedes recurrir a la ayuda profesional, siempre podrás elegir sufrir menos, siempre habrá otra opción, puedes acercarte a TQE, juntos podemos lograr que superes tu dolencia amorosa.