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¿Qué tengo que saber del estrés?

Estres
Lectura de: 3 minutos

El estrés es un proceso que se origina cuando las demandas externas e internas se perciben superiores a las capacidades personales. Es decir, creemos no tener estrategias para afrontar situaciones difíciles (exigencias en el trabajo, con la pareja, hijos, etcétera) y pensamos que no podemos cumplir con lo que nos piden, que es imposible o muy difícil.

Esta lucha, donde no consideramos tener las herramientas para afrontarlo, puede dar como resultado cambios biológicos y emocionales, que a su vez pueden ser causantes de enfermedades.

¿Hay más de un tipo de estrés?

¡Sí! Precisamente la distinción entre estrés agudo y estrés crónico consiste en que el primero es momentáneo y sus reacciones están limitadas al factor tiempo. Mientras que las reacciones del estrés crónico perduran aún cuando la duración de los estímulos estresantes ya no se encuentren presentes.

Algunos síntomas de esta respuesta crónico son: 

  • Tics, temblores, contracturas o tensión muscular.
  • Hiperventilación, colon irritable, colitis, gastritis
  • Disminución de deseo sexual o impotencia
  • Hipertensión, taquicardia y migraña, por mencionar algunas. 
Así que, si llevas una constante, o mucho tiempo, con alguno de estos síntomas, es probable que el estrés este afectando tu salud más de lo que piensas.

¿Cómo sé si estoy estresado?

A grandes rasgos, cuando el esta respuesta está afectando tu vida, podrás identificar problemas en tres áreas:

  • Conductas y actitudes, por ejemplo, comer en exceso o comer menos; arranques de ira; abuso de alcohol,  consumo de tabaco; retraimiento social; insomnio o sentir que no descansas, entre muchas otras.
  • Manejo inadecuado de emociones. Quizá te sientas ansioso, agitado, fatigado, con falta de motivación o concentración, irritable, e incluso, triste.
  • Creencias irracionales y pensamiento alterado. Por ejemplo, creer que tenemos el control de todo lo que sucede a nuestro alrededor; basar las conclusiones solamente en lo que pensamos; anticipar circunstancias terribles sin tener suficiente evidencia; pensar que el estrés afectará cada esfera de nuestra vida y no habrá marcha atrás, etcétera.

Toma en cuenta que el estrés es interdependiente de las emociones, es decir, cuando una emoción está presente, a menudo también se produce el estrés, y viceversa, por lo que, un problema emocional puede ser resultado del proceso de estrés.

Esta respuesta puede conducir a la ansiedad y depresión, agotamiento o enfermedades psicosomáticas, y en consiguiente deterioro en la calidad de vida.

Por ello, conocer cómo funciona el estrés y su relación con nuestras emociones nos ayuda a tener un mejor entendimiento de cómo es que nuestra mente funciona.

En psicoterapia aprendemos a manejar el estrés y las emociones para así poder vivir una vida con mayor bienestar, donde lo que haces, sientes y piensas sean saludables y alineados a tus objetivos.

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