El cáncer de mama, además de implicar un duelo por la pérdida de la salud, pega en el concepto de la feminidad y autoestima:
Escuchar hablar del cáncer es cada vez más común. La primera vez que tuve contacto con las consecuencias de la enfermedad tenía 4 años, mi abuelo había fallecido de cáncer de páncreas. Recuerdo que fue una noticia impactante para toda mi familia, generando incluso, una idea de terror respecto al cáncer.
Al escuchar la palabra CÁNCER, inmediatamente hacemos una asociación con la muerte.
Es decir, ignoramos los datos que pueden hacer una gran diferencia en la gravedad del diagnóstico, y por lo tanto, en las posibilidades del paciente. Por ejemplo: ¿qué tan avanzado está?; ¿de qué tipo es?; ¿en qué zona está?, entre otros datos.
Claro que coincido en que escuchar esa simple palabra, realmente genera miedo de forma automática. Pero, a pesar de que existen varios tratamientos para el cáncer, y que muchos son curables, nuestra mente se centra en la relación cáncer = muerte. Y en esta ocasión, queremos enfocarnos en un cáncer muy específico, una enfermedad que ha generado creencias alrededor de ella.
Una experiencia cercana con el cáncer de mama
En blog de hoy les quiero compartir una experiencia familiar con el cáncer de mama. Yo pensaba que el cáncer de mama no era algo posible en mi contexto cercano. Sin embargo, en el 2015, mi abuela materna fue diagnosticada con esta enfermedad de terror; sin duda, la noticia nos tomó por sorpresa.
El cáncer de mama, que además de implicar un duelo por la pérdida de la salud, pega en el concepto de la feminidad y autoestima:
Cáncer + mujer = ?
En la experiencia con mi abuela, yo notaba cómo se resistía a la idea de quedarse sin su seno. Nos centramos en los temores por su edad y condición cardíaca al someterse a la cirugía, que olvidábamos lo importante que era para ella perder su seno.
Notaba cómo se devaluaba la preocupación que ella tenía. Claro que lo más importante es la salud, pero su malestar por perder su seno implicaba esta relación: “cáncer+ mujer = ?”; para mi abuela esta ecuasión significaba: cáncer + mujer = menos mujer, una creencia que no era tomada en cuenta.
Este es un punto importante: debemos considerar todas las preocupaciones de la persona aunque para nosotros no sea lo más relevante. Validar el temor que sienten les puedes ayudar a estar más cerca de aceptar el proceso, a pesar de las pérdidas que impliquen.
¿Por qué es importante el apoyo psicológico?
Los tratamientos para combatir el cáncer son tan agresivos que generan muchas consecuencias físicas que impactan en nuestra autoimagen.
No fusionarse a las emociones que generan, es de vital importancia para evitar problemas emocionales como la depresión, la ansiedad, o conflictos de pareja en relación a la vida sexual.
Para ello es importante que las mujeres, y su familia, que pasan por ese proceso, busquen apoyo. Se acerquen a su médico y otros profesionales de la salud, para complementar su tratamiento.